Celebramos con alegría, que los temas de la construcción de la ciudad ocupen espacios en los medios de difusión logrando estimular la reflexión y la participación de quienes la habitan, la padecen o la disfrutan.
Recientemente , hemos escuchado interesantes debates por radio sobre temas que preocupan a la gente e impulsan al periodismo a plantear temáticas que se distancian del habitual discurso de entretenimiento, político o futbolístico . Bienvenidas sean.
Bienvenidos sean los l espacios de reflexión sobre la ciudad, dirigidos a la comunidad que la habita y construye.
Se valora además, la convocatoria a especialistas en el tema quienes aportan conocimientos técnicos que facilitan la comprensión de los fenómenos urbanos que tanto nos preocupan.
Es el caso de un reciente debate en un conocido medio radial sobre la aparición de torres en la calle Boulogne Sur Mer.
Desde el Observatorio del Desarrollo Urbano del CAMZA, queremos destacar y sumar algunos hechos importantes de nuestra historia urbana que no han sido suficientemente reconocidos en el debate mencionado.
Principalmente, las acciones significativas que se produjeron con posterioridad al Plan Regulador del 1942 que contribuyeron a modelar el perfil urbano de la ciudad de Mendoza.
Me refiero a la aparición de la tipología edilicia del basamento y torre que limitó la altura de la construcción sobre la línea municipal, estableciendo un retiro obligatorio a partir de ese límite máximo, para garantizar el espacio que permitiera el desarrollo de la arboleda.
Esta tipología edilicia , propia de nuestra ciudad surgió como respuesta a la aparición de la propiedad horizontal en forma de torres, que ponía en riesgo el patrón ambiental de nuestro modelo urbano de Ciudad Oasis formado por la relación entre el árbol, la acequia y la vereda.
Los impulsores de esta reflexión urbana y la respuesta morfológica consecuente fueron un grupo de notables arquitectos preocupados por el futuro desarrollo urbano de la ciudad, allá por los 60, casi veinte años después del Plan Regulador de 1942.
Conformaron la Comisión de Planeamiento Urbano convocada por Ordenanza Municipal, reconocidos profesionales de nuestro medio como Ramos Correa, Raúl Panello Gelly, Justo Pedro y Salomón Darwich quienes encomendaron al arquitecto Enrico Tedeschi la elaboración de un diagnóstico y una propuesta de un nuevo Código de Edificación para la ciudad.
El proyecto no se concluyó en forma completa pero las recomendaciones del Informe Tedeschi fueron tenidas en cuenta para el nuevo Código De Edificación de la Ciudad de Mendoza, aprobado en 1970.
Nuevamente, Mendoza encontró la manera de adaptarse a los cambios, rescatando y protegiendo el modelo de Ciudad Oasis.
Nuevamente , y como ya había sucedido luego del terremoto del 1861 con los aportes de Benito de San Martín, con la contratación de Carlos Thays, con el Plan Regulador del 42, la sociedad mendocina se preocupó y se ocupó.
El informe Tedeschi (1960) fue el impulsor de la figura del basamento y de los retíros laterales y posteriores obligatorios en volúmenes edificados, para garantizar el asoleamiento y la ventilación de la mayor cantidad posibles de unidades habitacionales. El arquitecto Tedeschi además, introdujo por primera vez el concepto del paisaje cultural como un componente esencial a considerar en los planes urbanos futuros.
Con los años , se han generado nuevas normativas orientadas a proteger el modelo de ciudad oasis, como por ejemplo la exigencia mínima de suelo libre de ocupación para preservar los corazones de manzana o la relación directa entre altura permitida de la edificación y el tamaño de la parcela.
Son todas reglamentaciones que han evitado la densidad edilicia que tienen ciudades como Nueva York, Curitiba o Santiago de Chile. Son normativas que contribuyeron a preservar nuestro paisaje de Ciudad Bosque, en un severo y hostil contexto geográfico.
Muchos profesionales y funcionarios han colaborado con compromiso, algunos silenciosamente, para ofrecer sus conocimientos y experiencias en la defensa de nuestro modelo.
Se pueden mencionar además importantes operaciones de acupuntura urbana que marcaron con fuerza nuevas dinámicas en la ciudad de Mendoza ,como el caso de la peatonal Sarmiento o la recuperación de las tierras del FFCC para el concurso del Parque Central con sus edificios culturales y recreativos.
La densificación de la ciudad es inevitable y hasta necesaria en un contexto de cambio climático. Lo importante sería orientarla con respeto a la escala y al modelo urbano de nuestra ciudad que fue protegido y preservado por aquellos profesionales que con solidez intelectual y compromiso, contribuyeron a su construcción.
Arq. Silvana Bragagnini
Observatorio del Desarrollo Urbano-CAMZA