El Colegio de Arquitectos de Mendoza (CAMZA) realizó un encuentro en el Museo de la Educación (ex Escuela Mitre), allí se conmemoró el Día Internacional de la Mujer (8M). En ese marco, y previamente, la entidad convocó a arquitectas para presentar sus trabajos con el fin de exponerlos en el micro sitio web “Arquitectura Mendocina”.
Del evento participaron la presidente y vicepresidente del CAMZA, arquitectas Leticia Martínez y Diana Zirulnik, respectivamente; además, participó de manera especial la principal referente de Arquitectas Mendoza, Nurit Schmulevich, un colectivo que viene trabajando desde hace años y “es la primera vez” que lo hacen parte, destacó la representante.
La titular del CAMZA sostuvo que “este espacio puede servirnos para consolidar nuestras relaciones como entidades y aunar esfuerzos para logros conjuntos”. En este sentido, remarcó: “La intención es demostrar la apertura que el CAMZA tendrá en este tiempo, mi teléfono está siempre abierto, al igual que nuestras puertas, porque las observaciones y críticas constructivas no desalientan, por el contrario, nos suman tracción y fuerza de gestión”.
En la misma sintonía, Nurit señaló la “capacidad de escucha y apertura que Leticia (Martínez) ha tenido desde el comienzo. Es evidente -agregó- que el CAMZA está en una nueva etapa”. Respecto del protagonismo de las mujeres en esta fecha del 8M, indicó que “ampliar las redes siempre es positivo, que hoy lo hagamos con el protagonismo de las profesionales suma valor, mucho más si tenemos presente la coyuntura que hoy nos convoca”.
La jornada convocó a más de cincuenta profesionales, a las que se incluyó e invitó a participar de la instancia de discursos y de un momento lúdico que tuvo como objetivo dar cuenta de la diversidad de interpretaciones y visiones que puede suscitar un mismo hecho. En detalle, se las hizo escuchar el audio viral del último tiempo en que no se logra entender bien si quien habla dice “Hija, ¿llevaste la plata del alquiler al padrino?” o “Hija, llevaste la plata de la bicicleta al padrino?”. El juego esconde un secreto neurolingüístico que pone en evidencia el poder que tienen nuestros sentidos para interpretar un mismo enunciado. “Estamos juntas incluso teniendo distintas versiones según nuestros sentidos”, concluyó la couch a cargo del ejercicio.